Pediatría del Servet, alma máter de la cooperación sanitaria infantil en Malawi

Pediatría del Servet, alma máter de la cooperación sanitaria infantil en Malawi

Dos equipos, compuestos por 3 enfermeras y 2 pediatras cada uno, han permanecido en el Kamuzu Central Hospital desde el 10 de enero hasta el 30 de abril
El programa se abre a residentes de otros hospitales y se amplía el año que viene con la colaboración de neurocirujanos del Hospital Infantil de Zaragoza.

Los médicos residentes realizan rotaciones externas para formarse durante dos meses en un hospital distinto al que trabajan. Normalmente, van a centros del propio país o algunos europeos, pero pediatras del Servet han optado por irse hasta el principal hospital de Malawi, un centro con una población de referencia de 5,5 millones de personas en uno de los países del mundo con mayor mortalidad infantil y menos médicos por habitante.

Los residentes, acompañados de personal de Enfermería también del Infantil, viven allí una experiencia tanto profesional como humana inalcanzable en otros centros pero, además, con estas rotaciones a más de 7.000 kilómetros de distancia han logrado mantener vivo el programa de cooperación sanitaria con este país, en marcha desde 2005.

El proyecto prioriza la atención a la salud infantil. Cada día ingresan en el Kamuzu Central Hospital 100 niños, casi todos ellos muy graves, y los profesionales apenas disponen de medios. Ante unas necesidades asistenciales inmediatas de tal calibre, se descartó la posibilidad de realizar cursos teóricos y de corta duración, como existen en otros programas de cooperación, y se optó por remitir a profesionales por períodos mínimos de dos meses, en procesos de enseñanza y aprendizaje realizados en el trabajo codo con codo con profesionales del país y de otras organizaciones de países desarrollados.

“Cuando llegué a ese hospital me dio la sensación de que no iba a poder hacer nada ante tanta gravedad y tan pocos medios, pero sí que aportas, y mucho”, cuenta Leyre Troyas, una de las pediatras que ha rotado este año. “Aprendes a espabilarte en el sentido profesional porque allí se nos ‘paraban’ dos o tres niños de media al día”, comenta Elena Corella, otra de las pediatras. “Tenemos que atender procesos que aquí normalmente no vemos pero aplicamos nuestros conocimientos, y ello ya supone mucho allí”, apunta Corella que junto con las otras dos residentes de pediatría Itziar Serrano Viñuales y María Baranguán y el equipo de Enfermería formado por Marta Marín, Regina Valero, César González, Erika Gracia y Mónica Muntadas han estado en Malawi este último periodo.

Liderazgo del proyecto

El programa de Cooperación nació en 2005, pero la crisis económica supuso la supresión de su financiación. Entonces, el Hospital Materno Infantil del HUMS tomó el liderazgo del proyecto, facilitando su mantenimiento a través de la realización de rotaciones externas de MIR de pediatría, que forman equipos con enfermeras voluntarias que habitualmente trabajan en el SALUD. La formación se enmarca en el abordaje de enfermedades tropicales y propias de países en vías de desarrollo, y sobre todo en la atención de emergencia al niño grave. “Como pediatras no podíamos dejar que esta iniciativa no continuara y por eso avalamos este proyecto”, dice José Ignacio Labarta, jefe de servicio de Pediatría del Hospital infantil.

La estancia de los equipos zaragozanos se aprovecha para una evaluación de necesidades sobre el terreno, que se plasma posteriormente en el envío de los suministros más necesarios, en especial fluidoterapia, antibióticos y analgésicos.

Además de la continuidad de este proyecto, Marisa Justa, tutora de residentes de Pediatría en el Infantil, ha hecho un llamamiento a servicios de Pediatría de otros hospitales tanto de Aragón como de otras comunidades de España para que sus residentes puedan optar a esta rotación.

Además, el programa se amplía el próximo año con la colaboración de neurocirujanos del HUMS que trabajan desde hace años en países de África, y que han mostrado su disponibilidad para apoyar la puesta en marcha de un programa que permita tratar, también en Malawi, enfermedades pediátricas que requieren intervenciones neuroquirúrgicas, y que hasta la fecha se abordan desde una gran falta de medios y de formación.