La soledad no deseada en los mayores puede aumentar el riesgo de mortalidad al mismo nivel que el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo

La soledad no deseada en los mayores puede aumentar el riesgo de mortalidad al mismo nivel que el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo

  • El Foro de Deontología del Colegio de Médicos de Zaragoza abordará el impacto de la soledad y el envejecimiento a través de un webinar el 30 de noviembre a las 20:00h
  • La Dra. Pilar Mesa Lampré, jefa del Servicio de Geriatría del Hospital Provincial “Nuestra Señora de Gracia” de Zaragoza, impartirá esta sesión en la que hablará de la prevalencia de este problema entre los mayores y de sus consecuencias sobre la salud
  • La merma de las capacidades físicas y mentales, la jubilación y la pérdida de amigos y familiares son factores de riesgo que hacen que las personas se vuelvan vulnerables y, por tanto, puedan ser más proclives a sufrir soledad no deseada
  • El papel de los profesionales sanitarios es fundamental para identificar ancianos en riesgo de sentir soledad no deseada y de ponerlos en contacto con recursos comunitarios para que reciban ayuda

Zaragoza, 30 de noviembre de 2022.-Aumenta los problemas cardiovasculares, la tensión arterial y el colesterol y disminuye el sistema inmune. Estas son solo algunas de las consecuencias de la soledad no deseada, considerada por la OMS como un problema de salud pública. De todo ello se hablará el próximo 30 de noviembre a las 20:00h en el Foro de Deontología Médica del Colegio de Médicos de Zaragoza, a través de un webinar en el que participará la Dra. Pilar Mesa Lampré, jefa del Servicio de Geriatría del Hospital Provincial “Nuestra Señora de Gracia” de Zaragoza.

La soledad no deseada podría aumentar el riesgo de mortalidad en los mayores al nivel del tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo. De hecho, de acuerdo con la doctora Mesa Lampré, algunas investigaciones han demostrado que las relaciones sociales escasas, caracterizadas por el aislamiento social o la soledad, se asocian a un aumento de casi el 30% del riesgo de enfermedad cardiaca y del riesgo de accidente cerebrovascular.

Con esta sesión online, el Colegio de Médicos de Zaragoza busca analizar el extraordinario impacto de la soledad no deseada, prestando especial atención a los aspectos e implicaciones éticas y deontológicas que esta cuestión supone para la atención, tanto médica como integral, de los pacientes en esta etapa de la vida.

Conocer la prevalencia real de la soledad no deseada es muy complicado por la dificultad de detectar los casos si no se buscan expresamente, aunque los mayores son un grupo de alto riesgo debido a las pérdidas sufridas, tanto de personas como de capacidades.

“La jubilación, que se traduce en una pérdida de relaciones y en la necesidad de un reajuste vital; el fallecimiento del cónyuge; el deterioro de la salud propia o de la pareja; la emancipación de los hijos; la pérdida de amigos y familiares de la misma generación o la institucionalización son factores de riesgo importantes que hacen que las personas se vuelvan vulnerables”, explica la Dra. Mesa Lampré. Además, conforme los individuos envejecen sus capacidades físicas y mentales merman, lo cual hace que poco a poco se vaya limitando su posibilidad de mantener relaciones sociales y su red social se vaya reduciendo.

Las citas médicas: una buena oportunidad de detectar posibles casos

Ante esta situación, el papel que juegan los profesionales de la medicina es fundamental, ya que para las personas con escasas relaciones sociales una cita con el médico o una visita a domicilio puede ser uno de los pocos encuentros que tengan en persona. Esto representa para los médicos una oportunidad de identificar a ancianos en riesgo de sentir soledad y de ponerlos en contacto con recursos comunitarios para que reciban ayuda. Siempre teniendo en cuenta el principio de autonomía y siendo conscientes de que los pacientes deben tomar sus propias decisiones y algunos prefieren estar solos.

La sociedad en su conjunto también tiene un papel relevante en la lucha contra los riesgos del envejecimiento no deseable, la pobreza, la discriminación y la soledad no deseada. Para ello, la Dra. Mesa Lampré aboga por implicar no solo a los ciudadanos, si no a políticos, instituciones, comunidades educativas, servicios sociales y sanitarios, asociaciones civiles y religiosas, voluntariado y redes vecinales, entre otras entidades.

Asimismo, considera necesario elaborar protocolos y programas que detecten y palien situaciones de soledad y que impulsen intervenciones que favorezcan la socialización, con un enfoque participativo y multidisciplinar.